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Español: Catedral de Sevilla. El arzobispo de Sevilla, Diego Hurtado de Mendoza y Quiñones, de la Casa de Mendoza, Cardenal de España, Patriarca de Alejandría, elige la Capilla de la Virgen de la Antigua de la Catedral de Sevilla, a la que engrandeció y significó, para lugar de su enterramiento. Fallece el día 12 de septiembre de 1502 con traslado a esta capilla en 1504. Su hermano, Íñigo López de Mendoza y Quiñones, segundo conde de Tendilla, visitador real de obras, contrata en Génova, al florentino Domenico Fancelli, seguidor de Mino da Fiesole y de Giovanni Dalmata, realizadores del sepulcro de Paulo II (1475), el sepulcro de mármol de Carrara (1509), condicionado con "Porque mi voluntad es que no se mezcle con la otra obra ninguna cosa françisca ni alemana ni morisca syno que todo sea romano". Los Mendoza continúan con el nuevo arte y la arquitectura del Palacio de Santa Cruz (Valladolid), terminado en el año 1491, o el Palacio de los Duques de Medinaceli (Cogolludo), año 1502. El propio Domenico Fancelli lo instala en Sevilla (1510). Una auténtica innovación escultórica e iconográfica de los monumentos sepulcrales, muy bien aceptada en Sevilla.